Catalán con alma andaluza, el pintor Ramón Jesús expone el próximo año en el Museo de Arte Moderno de Moscú. Allí se llevará más de 200 obras, una parte importante de trabajo gráfico, y cuadros de tamaño muy grande. “Ninguna de las obras que se exponen está a la venta. La muestra consiste tan sólo en la presentación de un pintor español y he sido elegido yo. La exposición se llama ‘Mediterránea’, que la define mucho” , cuenta el autor.
“Me encuentro –añade– con la necesidad de recuperar cuadros que algunos de ellos no sé ni dónde están y tengo que recurrir  a los medios para encontrar su paradero”. Así, el artista recala en Jerez porque de esta tierra han nacido muchas ideas para sus obras, y algunas de ellas están en manos de jerezanos, aunque muchas ya las tiene localizadas. Busca de manera especial un enganche, al estilo de la imagen superior, que fue comprado en una galería de Madrid, que ya no existe.
Reconoce Ramón Jesús que muchas de las obras no se las han querido dejar, y cuenta como anécdota que una señora de Menorca le comentó: “Si no nos han devuelto el oro de Moscú, ¿cómo nos van a devolver tus cuadros? Yo le dije que esperaba que sí (ríe)”. Y otras personas le aseguran que su cuadro, el que tienen en el salón, “mide tres metros por tres y preside nuestra casa, si te lo damos ahora y nos lo devuelves en unos meses, vamos a tener que pintar la pared”, bromea de nuevo.
Como representante español en Rusia, “solo en mitad del ruedo”, como él dice, ‘Mediterránea’ es una retrospectiva de su trabajo. Ramón Jesús comenzó a pintar en los años 60 y quedan pocas obras de entonces, “aunque como nos pasa a la mayoría de los pintores, lo que más nos gusta es lo último que estamos haciendo. Ahora me avergüenzo de ver algunas obras de mis inicios. Creo que he prosperado bastante”.
Ramón Jesús se siente muy unido a la familia Domecq, “porque el entorno del toro lo he conocido sobre todo en Barcelona. Estoy muy vinculado además a la plaza de toros de Nimes (Francia) y todos ellos han lidiado allí. Son una gente magnífica”. De hecho, ha seguido y pintado a toreros como José Tomás y Cristina Sánchez. Otro de los lazos que le une a nuestra tierra es la navegación. “Ya que nosotros fuimos los primeros barcos que vinimos de fuera a la regatas de Puerto Sherry”.
Se inició en la pintura con tan sólo 20 años, ya desde pequeño supo que el pincel era lo suyo, aunque en realidad debería haber sido músico, “ya que mi abuelo era el director del Teatro de la Ópera de Barcelona, de la Orquesta de Barcelona y del Conservatorio Municipal de Música..., lo era todo. Me pusieron con tres años delante de un piano, pero cuando tuve uso de razón supe que no era lo mío”.
Asegura el autor que ha vivido “muy bien” de la pintura aunque dice que en ocasiones “no he tenido ni un duro, ni para pagar el colegio de mis hijos, pero el garaje estaba lleno de coches, porque tenía un vecino loco de mis cuadros que me los cambiaba por vehículos”.  
Ramón Jesús vive ahora entre el Ampurdán y Menorca. Ha viajado por toda España y gran parte del extranjero y esto de buscar sus obras a través de los medios le ha funcionado bien, ya lo comprobó en Mallorca meses atrás, “de hecho, he encontrado cuadros que no recordaba ¡y amigos que yo pensaban que habían fallecido y estaban vivitos y coleando más que yo”.
Tanto trabajo artístico no le ha permitido realizar demasiadas exposiciones, unas 30 ó 40, que se pueden considerar casi como exclusivas. Privilegio del que podrán disfrutar el próximo año los moscovitas.